CINE Y MONTAJE MUDO
El cine mudo es aquél en el que carece de sonido sincronizado ni diálogos, y consiste únicamente en imágenes. La era del cine mudo duró desde 1888 hasta 1929, y es aquella en la que los hermanos Lumière realizaron sus primeros films según el procedimiento más sencillo: escoger un tema, situar la cámara frente al objeto y dar vueltas a la manivela hasta que el rollo se acabase. Cualquier suceso trivial era suficiente: la salida de los obreros de una fábrica... Sólo uno de sus films muestra un interés por controlar la acción, y constituye.
En el cine mudo, el montaje se planteaba en función de los rótulos: así las cartelas evitaban que se unieran planos que no eran consecutivos, Cubrían elipsis temporales. A Griffith se le debe el "intento" de fundido a negro como método de evitar terminar las escenas abruptamente, con corte.
Las películas de George Méliès (Parías, 1862-1938), uno de los grandes pioneros del cine, suponen un avance de lo hecho hasta entonces: sus películas no ocupan solo 15 metros y por tanto una escena apenas, sino que se que se componen ya de varios cuadros y por tanto necesitan ya una continuidad dada por el montaje.
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